martes, 5 de enero de 2010

G de gato

Cerca de palacio, en una pequeña cabaña, desde que esta princesa era una pequeña, habitaba un matrimonio con tres hijas: Ka la mayor, Be y G de Gato.
Durante la infancia Ka la mayor, Zari (alguien de quien seguro se hablara después) y yo formábamos una pandilla, siendo yo la pequeña 3 años menor que mis mentoras. Inseparables, hasta que las familias de mis dos amigas decidieron mudarse.
Entonces me hice amiga de los niños...

La familia de Ka la mayor regresó años después, pero ésta ya era algo grande y yo seguía siendo una niña, fue Be quien me acompañó en mi pre adolescencia y la adolescencia propiamente dicha. Hicimos una nueva pandilla, donde nosotras éramos las damiselas a las cuales proteger, y nuestros caballeros lo hacían bastante bien. Pero Be formó una familia bastante pronto... y nuevamente fuimos los niños y yo.

Y entonces llegó Ge de gato. Una niña con aires de adulta que me permitió seguir siendo niña cuando ya no lo era tanto. Tan bien nos llevábamos que a veces me olvidaba de la diferencia de edades (aún ahora la olvido a veces) lo que me llevaba a platicarle como a mi igual y cuando respondía como la niña que era, me sorprendía y decepcionaba y era entonces que me daba cuenta que yo ya iba por los 18 y ella era una niña de 14.

Con el tiempo se volvió más mi hermana que mi amiga, todo el día estaba en el palacio, platicábamos os, jugábamos cartas, veíamos t.v. todos los días, o casi todos. La quiero, claro, por algo es mi hermana y aunque siempre la quiero no siempre me gusta.

Hoy en día también es mi cuñada, ella y el príncipe menor llevan más de un año saliendo. Es algo que celebro, que dos personas a las que quieres tanto se unan es una suerte, pero también tiene algo de desgracia. Suerte porque ambos son parte de mi familia. Les he dejado en claro a los dos que cuando estoy con ella soy su amiga y cuando estoy con él su hermana y que no soy espía de uno ni de otro. Tengo la confianza de ambos y eso me lleva a veces a tener que olvidarme de que soy hermana o soy amiga. Y aquí, donde no puedo manejar bien el asunto, es que entra la desgracia.

Esta tarde, como tantas otras, G de gato estuvo aquí. El príncipe, después de estar durante las fiestas, volvió a su nuevo hogar la noche anterior. Yo sabía que ella estaría triste, así que los dos botes de helado con los que llegó no me sorprendieron. Los comimos para convertir su pena en calorías: menos dolorosas y más fáciles de llevar. Entre platicas intrascendentes me dijo entre risas que su cuerpo había andado medio loco últimamente, tenía mucho sueño y sentía nauseas después de comer algo que en un principio se le había antojado mucho.

-Jajaja pareces embarazada -sus ojos eliminaron la burla de mi rostro, ella no dijo nada pero yo ya sabía que preguntar -Se cuidaron ¿cierto?

La respuesta la supe antes de que me la dijera. No es la primera vez que pasa, ya otra vez ha dicho tener los síntomas después de tener relaciones sin cuidarse, a veces hasta con cuidado de por medio.

-Pero no importa, el día que me digan que estoy embarazada sé que me voy a poner feliz -por dios... ¿Qué hace una amiga en estos casos? Nada, porque la amiga ya no estaba, estaba la hermana ¡DE LOS 2!

-¿No crees que es muy pronto? -digo tratando de mantener la calma -no hay cosas que quieras hacer, estudiar, viajar, tanto que te gusta salir de fiesta, no crees que un bebe no cabe en tu vida ahorita

-Si piensas racionalmente siempre habra cosas que hacer -dice con aires de madurez -hoy quieres estudiar, mañana no porque quieres dedicarte a tu trabajo, luego que porque quieres disfrutar tu matrimonio, total, nunca habrá espacio para el bebe
-Sí, pero, ¡tienes 17 años!

Ok, de calma ya no tenía nada. Dije cosas imprudentes (como siempre que no puedo ser hipócrita y evitar decir lo que pienso), le dije algo que a mi hermano ya le había dicho antes (en otro "susto" como yo los llamo)

-Si de verdad sucede no me pidan que sea hipócrita y sonría con ustedes -lo sé... no podía ser más cruel -sabes que si necesitas algo, lo que sea, mi apoyo sigue siendo incondicional y seguro me volveré loca por el recién nacido como lo hice con las infantas del príncipe mayor, pero no podre felicitarlos con honestidad, al menos no al principio, porque no es lo que quiero ni para ti, ni para él -sí, lo sé, sonó a sermón de madre.

Ella me miró asintiendo, pero vi en sus ojos el reproche (tal vez merecido), lo sabía, no me estaba portando como una amiga.

Ahora escribiré un pensamiento que el remordimiento me había impedido sacar y por más que me avergüence de él, es mío y como éste es mi blog y lo creé para poder expresar de verdad lo que siento, lo pondré por escrito.

Creo, sé o algo entre esas dos, que G de gato quiere embarazarse a proposito, ¿por que? uf... (venga, yo puedo) tiene una madre ausente, su padre la golpeaba y ella nunca hizo nada, desde que sus hermanas se casaron (cuando ella tenía 13 años) es quien lleva las cuentas de la casa, cocina y cuida a su abuelo enfermo. Su padre un vegetal que no hace nada. Prácticamente su familia somos mi hermano y yo. Estudió la secundaria abierta y lleva dos años queriendo estudiar la prepa, ha tenido dos trabajos y ambos los dejo sin dar razones, simplemente un día no quiso levantarse y al siguiente presento renuncia (en uno, donde le debían dinero, al otro sólo ya no presentó). Esa es mi hermana. Desde antes de que mi hermano se fuera hablaban de huir juntos y (como ya lo dije) "los sustos" eran continuos. ¿Que representa un embarazo para ella? formar una familia y salirse de la suya, tendrían que buscar ella y mi hermano un lugar donde vivir y por fin todo sufrimiento se acabaría.


¡Es una fantasía! No dinero, ni madurez, ni nada... un niño complicaría más las cosas, pero yo podría darles una cátedra de planificación familiar y no serviría de nada. Por más que me frustre, me temo, mucho me temo, que aprenderán de sus errores. ¡Y mi hermano quiere hacer tantas cosas! Pero creo que tendrán que esperar y yo que tragarme mis pensamientos, mi deber de hermana es apoyar y tal vez sí, termine siendo hipócrita y aprenderé a vivir con el remordimiento.
Wow... no creo que nadie siga leyendo... me la he aventado larga esta vez, pero necesitaba sacarlo, tal vez sea más fácil así.

Por favor, que alguien les diga que escapar no es un motivo para traer un niño al mundo, por favor que alguien los haga entender, por favor, porque odio pensar (porque nunca lo diría, así me tenga que morder los labios) "Se los dije"

La canción sigue siendo la misma, no lo olvido, soy el positivismo con pies y todo estará bien.

1 comentario:

mariajesusparadela dijo...

Nunca, princesa, le digas a nadie, que ya se lo habías dicho: nunca nadie aprende en la cabeza de otro.
Yo me sentaría con G de gato y le haría leer el blog...luego le diría que una familia tiene que ser planeada entre dos, no uno solo para escapar de otra realidad. Porque si uno no se siente responsable, está en su derecho de no participar en el juego. Háblales a ambos con sinceridad. Se ve que los quieres...