
Que abrumador es cuando llega ese inminente final, porque todos pasaremos por ello pero no todos podremos despedirnos. Pero entonces miras a la ventana y dices "Sí, se acabo..." quizá una lagrima ruede por la mejilla del cocodrilo astronauta, y lo ultimo que haga será lo más sabio por hacer: encogerse de hombros y decir "¿Que hacer?"
No sé como perciban ustedes este cantar de Bumbury, pero yo me ahogo en su vacío, aunque sea al menos por un momento. ¿Notan cuan profundo es?
Y enero terminó...